Prolongado internamiento de menores víctimas de violencia
Por Lucía GÓMEZ SÁNCHEZ, El Mexicano|9 de Mayo
Miguelito, de siete años, murió en enero por los múltiples golpes y lesiones con arma blanca que le propinó la pareja sentimental de su madre. Ambos están presos.

TIJUANA.- Al menos tres menores de edad se encuentran internados después de varios días en el área de Urgencias Pediátricas o el servicio de Pediatría del Hospital General de Tijuana, al haber sido víctimas de la violencia en el entorno social o familiar.

Se trata de un bebé de dos años que ingresó con fracturas múltiples propinadas al parecer por las cuidadoras a las que se lo confió su mamá; una niña de tres severamente desnutrida y con fracturas viejas no atendidas que era violentada por su madre y fue rescatada por la Policía Municipal y una jovencita de 13 que ingresó hace una semana al incrustársele una esquirla de bala en la cabeza como producto de un tiroteo entre narcomenudistas cerca de su domicilio.

Así, por hechos violentos en su familia o el entorno, los menores de edad están siendo severamente afectados en su salud con acciones que hasta ponen en riesgo sus vidas.

Pero esos no son los únicos casos de menores violentados que han ingresado al nosocomio a recibir atención médica en lo que va del año, de acuerdo a reportes, a mediados de abril recibió uno de 12 años que fue herido con arma punzocortante por su padrastro y en estos primeros meses han sido varios los ingresos de niños con lesiones graves, incluso que les han causado la muerte por hechos violentos.

El más sonado fue el del pequeño Miguelito, de siete años, el pequeño que quería jugar fútbol, pero no salió del hospital con vida después de que la pareja sentimental de su madre, con el consentimiento de ésta, le causó múltiples lesiones para quitarlo de enmedio de su relación sentimental. Miguelito murió hospitalizado los primeros días de enero y se convirtió en el primer caso de 2015 de un niño que falleció como producto de la violencia intrafamiliar.

Los mencionados son los hechos más graves, pero cotidianamente el nosocomio atiende casos en los que sospecha y comprueba omisión de cuidados o violencia hacia los niños por terceros, casi siempre sus familiares cercanos y en muchas ocasiones sus padres. (lgs)