Estudiantes de tercer grado de secundaria reflejan consumo de drogas, alcohol, tabaquismo y relaciones sexuales antes de los 14 años en investigación realizada por el Sistema Educativo Estatal (SEE).
El proyecto es encabezado por Juan Carlos Rodríguez Macías como investigador principal y Joaquín Caso Niebla, el director del Instituto de Investigación y Desarrollo Educativo de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).
La muestra de la investigación tomó las experiencias de 16 mil 225 alumnos de tercer grado de secundaria, jóvenes que tienen entre 14 y 15 años de edad, quienes fueron encuestados durante el ciclo escolar pasado.
Los objetivos de la investigación solicitada y financiada por el SEE son evaluar los conocimientos y actitudes que tienen los estudiantes bajacalifornianos de educación básica respecto a diferentes tópicos.
Rodríguez Macías puntualizó que los resultados preliminares fueron divididos por temáticas, entre ellas el consumo de sustancias y la sexualidad.
“Este tipo de estudios adquieren relevancia porque ahorita se están revisando los resultados y efectividad de las pruebas estandarizadas a nivel nacional e internacional”, reiteró Caso Niebla.
Los jóvenes que participaron pertenecen a las distintas modalidades de escuelas secundarias, precisaron, entre ellos planteles públicos, privados, telesecundaria, de los cinco municipios y en ambos turnos.
El investigador principal enfatizó que en los primeros resultados que arrojó la prueba aplicada por estudiantes de distintas áreas de la UABC se descubrieron datos sumamente interesantes.
Sexualidad
En el tema de la sexualidad, el 75.3% de los menores dijo que sí había tenido novio o novia y de estos el 17.2% aseguró haber tenido relaciones sexuales antes de la aplicación del cuestionario.
“A partir de ahí tenemos dos datos muy interesantes que muestran situaciones importantes del inicio de la exploración sexual”, expuso.
El 18.6% de los que respondieron haber tenido relaciones sexuales precisó que lo había hecho antes de los 10 años de edad, indicó.
El 52.6% informó que el primer encuentro había sido de más de 14 años de edad; el resto entre los 11 y 13 años de edad, dijo.
“Tenemos que el 52.6%, entonces consideramos que pudieron haber hecho relaciones sexuales en segundo de secundaria y cuando estaban por iniciar tercero de secundaria”, apuntó.
Esto implicaría que es una edad idónea para poner especial atención en los jóvenes, quienes empiezan a despertar sexualmente, señaló.
“Para que los padres de familia y profesores sepan que en segundo grado de secundaria exploran la sexualidad”, resaltó.
En el caso del uso de métodos anticonceptivos, el 57.2% indicó que utilizó preservativo durante sus encuentros, mientras que el 30% no utilizó ninguno.
“Esto significa que uno de cada tres no utilizó ninguno, esto podría ser una variable de porque tenemos en el Estado problemas de embarazos adolescentes”, manifestó el investigador.
Sobre el número de parejas sexuales, el 43.8% de los menores puntualizaron que solo una, el 21.6% marcó dos parejas, el 13.2% dijo que tres, el 9.4% cuatro parejas, el 3% cinco parejas, mencionó.
Sin embargo, el dato que podría ser alarmante es que el 11% de los encuestados marcó haber tenido más de seis parejas sexuales hasta el momento.
Asimismo, uno de cada cuatro señaló que no utilizan métodos anticonceptivos durante sus prácticas sexuales.
Embarazos proliferan
La falta de cultura es lo que aumenta el embarazo en jóvenes bajacalifornianas, quienes sí conocen los métodos anticonceptivos, pero deciden no utilizarlos, indicó la responsable del Programa de Salud Sexual y Reproductiva del Adolescente de Isesalud, Ledly López Sánchez.
“El 30% del total de partos atendidos pertenecen a adolescentes menores de los 20 años de edad”, informó.
Hasta el mes de agosto de este año se han atendido un total de 2 mil 4 adolescentes embarazadas en centros de salud, mientras que en los hospitales generales de Tijuana, Tecate y Rosarito suman alrededor de mil 864 atenciones, detalló.
La gestación en menores de edad es considerada de alto riesgo, señaló, y los cuidados prenatales previenen complicaciones tanto en las jóvenes madres como en los recién nacidos.
“Los embarazos en adolescentes son focos rojos en riesgo de muerte materna, por lo que es prioritario la atención médica adecuada en estos casos”, enfatizó.
Posteriormente al parto, el tratamiento continúa en las adolescentes para prevenir otro embarazo inesperado, invitándolas a someterse a métodos anticonceptivos de largo plazo como el DIU o inyecciones bimestrales que se proporcionan de manera gratuita en los centros de salud.
Dicho estudio muestra que durante 2009 Baja California se colocó en el séptimo lugar de la tabla de fecundidad en adolescentes de entre 15 y 19 años.
Aunque las cifras de jóvenes embarazadas se ha mantenido similar en el Estado durante los últimos tres años, es preocupante la falta de cultura, puntualizó.
“Es cultural, no es por los métodos anticonceptivos porque la información ahí está, no se acercan a los centros de salud, solamente hasta que requieren cuidado prenatal”, reiteró.
A pesar de las jornadas que las autoridades, tanto educativas como de salud, realizan en este tema, todavía hace falta un acercamiento por parte de las jovencitas.
“Se pueden acercar sin temor, es necesario que conozcan de temas sexuales, que sea una charla abierta sobre métodos anticonceptivos”, expresó.
Consumo de sustancias
En el consumo de sustancias también se obtuvieron datos interesantes, dijo, entre ellos el alto consumo de tabaco y alcohol.
El 27% de los participantes precisaron que han fumado, marcando que uno de cada tres estudiantes ha estado en contacto con el tabaco.
“Cuando exploramos a qué edad empezaron a fumar encontramos que de 10 años o menos fue el 14% de los encuestados”, manifestó.
En el caso del alcohol, el 53% marcó haber consumido alcohol, apuntó, 21% de ellos haciéndolo desde los 10 años de edad o menos.
El grupo de jóvenes que precisó haber consumido alcohol en el grupo de 14 años o más fue el 38.5%, enfatizó Rodríguez Macías.
Cuando se habla de consumo de sustancias sicoadictivas, en primer lugar colocaron el alcohol, segundo tabaco, tercer lugar mariguana, después cocaína, seguido por “chemo” y “crystal”, puntualizó.
Caen más en adicciones
En los últimos años ha disminuido la edad a la que inicia el consumo de drogas en los jóvenes, expuso la coordinadora del área de hospitalización para adolescentes del Hospital de Salud Mental de Tijuana, Diana Pazos Peinado.
“Es algo que va en aumento y sobre todo cuando se hizo la Encuesta Nacional de Adicciones se vio que el área más afectada en el Oaís en la zona Norte, en los jóvenes se ve una prevalencia mayor”, indicó.
El consumo va desde bebidas alcohólicas, mariguana, cocaína, el consumo de inhalantes, y otras sustancias, precisó, muchas veces relacionado con padecimientos no diagnosticados.
“Tal vez en los adultos se ve como patologías más puras, una personalidad sociópata, pero en los chicos se ha visto que entre más pequeño es que hay un trastorno en relaciones, problemas en conducta”, reiteró.
Depresión, déficit de atención, hiperactividad, trastorno negativista, entre otros, son algunos de los padecimientos que pueden llevar al consumo, mencionó.
“Cuando tienes un problema de depresión tu estado de ánimo está tan a la baja, como no encuentras esa felicidad en ti misma buscas ese consumo de alcohol para andar feliz o cocaína para activarse, algo para aliviar los síntomas que se tienen”, expresó.
“Para poderme sentir integrado con un grupo debo ponerme al nivel de ellos, si ellos consumen pues yo también, es muchas veces la lógica”, reiteró.
La impulsividad de la juventud también influye en la facilidad con la que se toman decisiones, dijo, mas no se miden las consecuencias de los actos.
Asimismo, resaltó que cada vez inician desde edad más temprana el consumo de drogas.
“Antes esperaríamos que a partir de los 15 años, en la adolescencia media o tardía tengan ese contacto con sustancias, pero cada vez más chicos vemos conductas de adulto”, reflexionó.
Entre menor sea la edad de inicio de las adicciones, las afectaciones pueden ser mayores por las etapas de desarrollo del ser humano.
“Si tú metes una sustancia a tu cerebro en un momento en que estás en desarrollo va a haber afectaciones cognitivas, tus neuronas se mueren, pierdes capacidad de concentración, memoria, capacidad de procesar información”, expuso.
Eventualmente, todas estas consecuencias se verán reflejadas en el desempeño escolar de los menores, puntualizó, conductas que en ocasiones los padres no logran distinguir.